El paleolítico superior vino marcado por el retroceso de la glaciación y la aparición del homo sappiens, cuyo hábitat se generalizó por toda Andalucía.
La cultiva material se caracterizó por los avances en la industria lítica y la aparición de las primeras manifestaciones de arte rupestre. Ejemplo de ella son las pinturas de la Cueva de la Pileta, de la Cueva de Ambrosio, de la Cueva de las Matillas, de la Cueva del Malarmuerzo y la Cueva de Morron, todas ellas caracterizadas por su esquematismo especialmente destacable, es el llamado arte rupestre del extremo sur de la península, también llamado "arte sureño". En la Cueva de Nerja, situada en la localidad de Maro, han sido datadas unas pinturas de focas que podían ser la primera obra de arte conocida de la historia de la humanidad con 42.000 años de antiguedad.
El paleolítico superior en Andalucía se inicia hacia el año 40000 a.d.C, cuando en Europa se produce un retroceso de los hielos de las últimas glaciaciones y llegará hasta el año 8000 a.d.C.
Durante las primeros momentos de esta etapa se dará la paulatina desaparición de los neandertales, que son sustituidos por el homo sapiens sapiens, representado aquí por la figura del cromagnon, con ellos llegará un importante avance en la fabricación de utensilios, así como la capacidad de crear las primeras expresiones artísticas que se conocen.
Del 4000 al 19000 se da el periodo
auriñaciense con abundancia de láminas con retoques escamosos
amplios y fuertes y retoques semiabruptos.
Entre el 19000 y 14000 con el
solutrense donde aparece la innovación del retoque plano, con útiles
más elaborados (las llamadas hojas de laurén). En este momento se
dan las primeras representaciones artísticas en Andalucía.
En el magdaleniense que va del 14000
al 8000 a.d.C aparece instrumentos líticos de pequeño tamaño o
microlitos y nuevos instrumentos óseos.
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