jueves, 11 de mayo de 2017


EL PALACIO DE CARLOS V 


El palacio de Carlos V de Granada es una construcción renacentista situada en la colina de la Alhambra. Desde 1958, es sede del Museo de Bellas Artes de Granada y, desde 1994, también es sede del Museo de la Alhambra.

Cuando Carlos V vino a Granada para su luna de miel, se enamoró de la Alhambra y la ciudad. Fijó su residencia en los palacios árabes pero decidió construir su propio palacio más grande lindante con los Palacios Nazaríes para que pudiera seguir disfrutando de ellos. Carlos V nunca vivió allí.

Encargó al arquitecto Pedro Machuca para diseñar un edificio digno de un emperador romano y las obras comenzaron en 1527. Machuca murió en 1550 y su hijo le sustituyó. El proyecto siguió pero en ese momento ya habían terminado la mayoría del trabajo.

Ya los Reyes Católicos habían habilitado salas, pero la intención de Carlos era la de dotarse de una residencia estable a la medida de un emperador. El proyecto fue asignado a Pedro Machuca. En una España en la que el estilo imperante era el plateresco, y que no se había despegado totalmente del gótico, Machuca construyó un palacio que corresponde estilísticamente al manierismo. 



La planta del palacio la conforma un cuadrado de 63 metros de lado con un patio circular inscrito en su interior. Esta disposición, principal rasgo manierista del palacio, no tiene precedentes en la arquitectura del Renacimiento, y sitúa la construcción en lo que se considera la vanguardia artística del momento. El edificio consta de dos niveles: el bajo es de orden toscano completamente almohadillado, en cuyas pilastras se insertan grandes anillas de bronce decoradas. El piso superior es de orden jónico y sus pilastras alternadas con vanos adintelados provistos de frontón. Las dos fachadas principales ostentan sendas portadas de piedra de Sierra Elvira. El patio circular también muestra dos pisos. El inferior está presidido por una columnata dórica de piedra pudinga con un entablamento muy ortodoxo, formado por triglifos y metopas con motivos de guirnaldas y bucráneos. El piso superior lo forma una columnata jónica, más ligera, con entablamento liso. Esta estructura general del patio muestra un claro conocimiento de la arquitectura imperial romana, y se encuadraría en el más puro Renacimiento de no ser por su disposición curva, que provoca en el espectador desconcierto cuando se penetra por sus fachadas principales, y supedita los espacios interiores y escaleras a la idea generatriz. Más tarde, Miguel Ángel y Palladio construirán edificios con soluciones análogas, bajo la etiqueta de manierismo.

El edificio se implantó en el corazón de la Alhambra musulmana, en un extremo del Patio de los Arrayanes y para su construcción fue preciso derribar un pabellón opuesto a la torre de Comares. Este hecho, que ha sido objeto de crítica y polémica, hay que entenderlo en el contexto de su época: el Palacio de Carlos I no significó tanto la destrucción de parte de la Alhambra como la garantía de supervivencia del resto. En unos tiempos en que lo más habitual era la destrucción total de palacios y templos de los pueblos sometidos, la sensibilidad de los reyes cristianos ante la belleza incontestable de la Alhambra supuso la necesidad de disfrutarla desde dentro y de conservarla.



Pagina oficial: https://www.alhambradegranada.org/es/info/palaciodecarlosvyalrededores/palaciodecarlosv.asp

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