martes, 8 de noviembre de 2016

NEOLÍTICO

Se caracteriza por una economía productiva basada en la agricultura y la ganadería y con nuevas muestras de cultura material como la piedra pulimentada y la cerámica. Llegó a Andalucía alrededor del (quinto milenio a.d.C) V a.d.C, al ser introducido por difusión desde el mediterráneo oriental, las primeras muestras del neolítico en Andalucía se sitúan en la zona del levante almeriense.

Este periodo se caracteriza por dos tipos de hábitat o de asentamientos humanos: los poblados y las cuevas. Los poblados eran simples agrupaciones de cabañas de base circular y con muros de adobe o de madera, situados en valles fluviales o en zonas más áridas y cuya actividades predominantes eran la agrícola y ganadera. Las cuevas más frecuentes se usaban como viviendas y para enterramiento. Es característica la cerámica cardial y la cerámica a la almagra. Algunas de las cuevas neolíticas son la Cueva de los Muerciélagos, la Cueva de la Mujer, la Cueva de la Cariuela, la Cueva del Tesoro y la Cueva de Nerja.

LA CERÁMICA CARDIAL

Se da entre el año 5000 y 4000 a.d.C justo con la llegada del neolítico en Andalucía, y su introducción se produce con la llegada de pueblos venidos del mediterráneo oriental. Es por ello, que el sudeste peninsular (la actual Almería), es una de las primeras zonas en ser ocupada por estos pueblos, que trajeron la economía productora (agricultura y ganadería) así como las nuevas técnicas de utillaje (piedra pulimentada) y la cerámica.

Será esta cerámica la que nos va a servir para distringuir las distintas culturas que se van a dar en el neolítico andaluz. 
Así vewmos como llega a Andalucía la cerámica cardial que se caracteriza por pequeñas vasijas hechas a mano y decoradas con una seria de marcas impresas realizadas con cochas marinas cuando aún esta húmedo el barro. Después era introducida en un horno donde era cocida.

Los restos antiguos más conocidos de este periodo son los de la cueva de la Carihuela en Piñar (Granada). A pesar de esto, los primeros pobladores del neolítico andaluz todavía mantendrán una fuerte tradición cazadora y recolectora y serán principalmente ganaderos.  

LA CERÁMICA ALMAGRA

Se da entre el 4000 y el 3000 a.d.C. y se va a caracterizar por su color rojo brillante, elaborándose a partir de incisiones acaneladas y cuerdas. Presentan una superficie lisa y son pintadas con un colorante de un mineral rojizo a partir del óxido de hierro. Aunque se piensa que existía en etapas anteriores, la técnica del carbono 14 las colocan en el cuarto milenio a.d.C.

Los primeros agricultores habitaron en cuevas, como la de los Murciélagos (Córdoba), de la Mujer y de la Carihuela (en Granada) y la cueva del Tesoro y de Nerja (en Málaga). Por esta ubicación se conoce también como la cultura de las cuevas, con gran actividad agrícola y ganadera (ovejas, cabras etc) y usando las cuevas como viviendas y para enterramientos.

Destaca sobretodo la cueva de Nerja en Málaga, cuya ocupación se remonta al paleolítico, prolongándose hasta la edad del cobre usándose como lugar de asentamiento, enterramiento y por sus importantes pinturas rupestres como santuario.


 
Entre el año 3000 y 2500 a.d.C, se da la llamada "Cultura de Almería", ocupando en esta época el sureste peninsular un pueblo descolizador procediente también del Mediterráneo. Este pueblo se superpone a las culturas de las cuevas de esta zona, extendiéndose por el levante español. Lo cierto es que es difícil delimitar en su cronología, ya que entre el final del Neolítico y el inicio del carcolítico (Edad del Cobre) es complicado determinar una frontera.

En cuanto a los utensilios utilizados no se aprecian cambios significativos
En los distintos yacimientos se han encontrado herramientas en piedras rayadas o pulimentadas y en hueso. Destacan la gran cantidad de molinos de mano que se han encontrado y su cerámica se caracteriza por ser lisa con forma ovoide con asas y base cónica. Dentro de los dos estilos de vida del Neolítico vemos el del Neolítico de Cuevas (como cerámica cardial o almagra) y los del neolítico despoblados, más propio de un pueblo sedentarizado y con una actividad agrícola importante, que se asentará en valles fluviales. Los asentamientos al aire libre sugieren en el área de Almería así como en la zona del bajo Guadalquivir. Estos poblados son simples agrupaciones de cabañas con planta circular, con unos muros levantados en un zócalo de piedra y con una cubierta en adobe y madera.

En los hallazgos del sureste peninsular se han encontrado gran cantidad de molinos de mano para moler el grano, lo que demuestra la expansión de la agricultura. 


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