jueves, 15 de diciembre de 2016

EL POBLADO DE LOS MILLARES, ALMERIA
El yacimiento prehistórico de Los Millares, también demoninado Poblado de Los Millares, está situado entre los municipios de Santa Fe de Mondújar y Gador, a 17km de Almería, España. Conocio como uno de los asentamientos más importantes de la Europa de la Edad del Cobre, da nombre a la cultura arqueológica de Los Millares, que se extendió por parte de Andalucía Oriental y Levante. siendo contemporánea de los calcolíticos en la desembocadura del río Tajo. 

Esta zona arqueológica está formada por el poblado y su necrópolis, ubicados sobre la meseta del mismo nombre, que en forma de espolón queda enmarcada en sus flancos norte y este-sureste por el río Andarax y la rambla de Huéchar. El poblado contó con un importante sistema defensivo, compuesto de líneas amuralladas y un conjunto de fortines situados en pequeñas colinas al borde de la sierra de Gádor  y a ambos lados de la rambla de Huéchar. La necrópolis consta de casi un centenar de tumbas colectivas, la mayoría de tipo tholos, pero también aparecen cistas, sepulcros de corredor y cuevas. En el recinto que envuelven sus murallas llegaron a vivir unos 1000 o 1500 habitantes, algo excepcional para su época.
El poblado de los Millares fue descubierto por Luis Siret durante la construcción de una vía férrea, el yacimiento fue exacabado a partir de 1892 por su capataz Pedro Flórez. 
Según algunas autores, el poblado es heredero de la neolítica Cultura de Almería y estuvo habitado entre el 3200  3100 a.C y el 2200 a.C aproximadamente (cuando fue abandonado). Otros investigadores discuten la existencia de tales grupos neolíticos, relacionando sus restos materiales con una fase temprana de la propia cultura millarense, que abarcaría desde el 3500 a.C hasta el 2250 a.C.
Tradicionalmente se han identificado dos etapas de desarrollo, relacionadas con la aparición o no en los ajuares funerarios de vasos campaniformes: 
Los Millares I y II (precampaniforme y campaniforme respectivamente). 
Pero hay autores que consideran artificial tal diferenciación ya que no hubo ningún tipo de ruptura entre ambos momentos.
Y otros establecen hasta cuatro fases evolutivas:
  • Millares I: se construyó el poblado y tres lienzos de murallas con torreones y una entrada monumental.
  • Millares II: se levantó otra muralla y los fortines externos, mientras aumentaba la población y se desmanteló una muralla interna.
  • Millares IIi: aparece en los ajuares el vaso campaniforme.
  • Millares IV: se abandonaron las murallas externas y los fortines, reduciéndose la población a los ocupantes de la ciudadela, para, al final del periodo, dejarla.
El poblado está situado estratégicamente próximo a las minas de cobre de la sierra de Gádor  y al lado del río Andarax, que en aquella época debía tener un mayor caudal que en la actualidad, siendo posiblemente navegable. Construido sobre una colina de unos 50 m que actúa como defensa natural, sus únicos accesos serían por un llano situado en los lados oeste y sur. En esta zona es donde se levantaron las murallas y, en el llano, la necrópolis. Además de las tres murallas sucesivas reforzadas con torres de planta semicircular y bastiones, cuenta con una ciudadela interior amurallada y con numerosas defensas exteriores en las elevaciones cercanas (se han localizado hasta 13 fortines). Muchas de estos fortines están defendidos mediante murallas concéntricas y se cree que se utilizaban también para el almacenamiento de cereales.
En el interior de las murallas se han encontrado un conjunto de viviendas circulares de piedra, de hasta seis metros de diámetro pero sin compartimentación interior y distribuidas sin ningún tipo de orden. Asimismo, se halló un gran edificio rectangular con evidencias de metalurgia del cobre. La necrópolis, situada frente a la muralla exterior, ocupa unas 2 ha y contiene cerca de noventa sepulturas de tipo tholos, a excepción de media docena de tumbas que tienen cubierta plana. La media de individuos inhumados en cada una de ellas es de 20, encontrándose diseminados ajuares que incluyen piezas cerámicas lisas o decoradas (cuencos con motivos soliformes, oculados y campaniformes), herramientas líticas y de cobre, ídolos de piedra y hueso (con diseños oculares también), así como adornos realizados en marfil y cáscara de huevo de avestruz.
A la cultura arqueológica de Los Millares se le ha considerado como el motor del aumento de la complejidad cultural que se dio en el sudeste de la península ibérica durante la Edad del Cobre.Este complejo prehistórico se extendió por Andalucía oriental y el Levante español entre las postrimerías de IV milenio a.C y el final de III. Su exponente principal es el yacimiento epónimo de Los Millares.

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